Agricultura digital: un nuevo camino para la industria alimentaria
Esta nueva tendencia apunta a visibilizar e impulsar el potencial transformador de la agricultura digital para alimentar al mundo de una manera en que las personas, las economías y el planeta sean más saludables.
El aumento de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, en combinación con la gran pérdida y desperdicio de alimentos, la contaminación agrícola y la pobreza persistente, muestra que el sistema alimentario mundial no es apto para su propósito. La pandemia por COVID-19 solo ha empeorado las fallas existentes en el sector agroalimentario. Es por ellos que la revolución digital en curso podría ayudar a transformar la alimentación y la agricultura, y crear formas más eficientes, equitativas y ambientalmente sostenibles para alimentar al mundo. Pero, ¿de qué manera?
En la actualidad, el mundo se enfrenta al desafío urgente que representan las prácticas insostenibles de producción y consumo de alimentos. El sistema alimentario actual es el principal factor causante de la deforestación y la pérdida de biodiversidad, y genera una cuarta parte de la contaminación con gases de efecto invernadero a nivel mundial. Más aún, los aproximadamente 500 millones de pequeños agricultores de todo el mundo que aportan el 80 % de los alimentos se encuentran entre los grupos más pobres y malnutridos. De hecho, para 2030 el cambio climático podría empujar a más de 100 millones de personas a la pobreza extrema, principalmente debido a los impactos en la agricultura y la seguridad alimentaria.
En consecuencia, es esencial mejorar el desempeño del sistema alimentario si se pretende alimentar de manera sostenible a casi 10 000 millones de personas para 2050 y a la vez elevar los ingresos de los agricultores, protegerlos del cambio climático y ayudarlos a prosperar.
¿Cómo pueden ayudar las nuevas tecnologías?
Las tecnologías digitales innovadoras tienen el potencial de generar impactos positivos significativos en las cadenas de valor de los alimentos. Abarcan desde las innovaciones que pueden hacer más eficiente el uso de los recursos en los sistemas alimentarios y volverlos más resilientes frente al clima (como la agricultura de precisión, la edición genética y la protección biológica de los cultivos) hasta las tecnologías que mejoran la trazabilidad de los alimentos de la granja a la mesa.
En el informe del Banco Mundial, titulado “Harnessing Digital Technologies to Improve Food System Outcomes” (Aprovechar las tecnologías digitales para mejorar los resultados del sistema alimentario) se analizan las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales, entre ellas, el aumento de la transparencia en las cadenas de valor agrícolas, las granjas inteligentes y la mejora de los servicios públicos. También se examinan algunos de los riesgos, como la concentración excesiva de los prestadores de servicios, la gestión inadecuada de los datos y la exclusión. Así mismo, se describe una serie de posibles puntos de partida para implementar medidas públicas orientadas a aprovechar las oportunidades que puede generar la ampliación de la cobertura de la red en las zonas rurales.
En resumen, las nuevas tecnologías digitales podrían reducir significativamente los costos que conlleva vincular vendedores y compradores; reducir las desigualdades en el acceso a la información, los conocimientos, las tecnologías y los mercados; ayudar a los agricultores a tomar decisiones más precisas sobre gestión de los recursos proporcionando, procesando y analizando una cantidad creciente de datos con mayor rapidez, y posiblemente reducir las economías de escala en la agricultura, de modo que los pequeños productores se vuelvan más competitivos.
Agros: El caso peruano
En el Perú, una de las start-up más destacadas en la aplicación de nuevas tecnologías en la agricultura es AGROS, una compañía rural-tech que opera desde 2019 en Piura, una región con una alta producción agropecuaria de exportación pero que, sin embargo, aún posee un deficit en cuanto al aprovechamiento de las nuevas tecnologías y las comunicaciones en el sector. Según datos de la compañía, alrededor de 3 mil agricultores de plátano, mango y arroz, han sido beneficiados con este innovador proyecto que hace uso de la agro-inteligencia y de la agricultura de precisión, con el fin de brindar soluciones tecnológicas que optimizan los procesos agrícolas.
Pero van más allá. Agros no se agota en la mera aplicación de nuevas tecnologías sino que identificó un problema crucial que aqueja a los agricultores de esta región: la falta de acceso a internet y el desconocimiento de los beneficios de estas nuevas prácticas tecno-agrícolas. Robinson López, fundador de Agros, señala que el primer paso fue ir al campo y empadronar a los agricultores que estuvieran dispuestos a recibir estos beneficios. Esto le permitió no solo identificar quiénes son y dónde trabajan estos agricultores sino que observó un grave problema de conectividad que luego solucionaron de manera muy creativa.
El proyecto cuenta con tres canales de comunicación: mensajes de texto, llamada telefónica y WhatsApp, a través de las cuales ejecutan los programas Agros Informa y Tele-Asesoría Agros, que la función de monitorear los campos de cultivo, ayudar a tomar decisiones informadas y actuar de manera oportuna para generar más ingresos y mejorar su calidad de vida. Y aquí radica, precisamente, el éxito de esta iniciativa: poner al agricultor al centro del proyecto para ofrecer soluciones adaptadas a su realidad cotidiana. No en vano han premiados, entre otros, por el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en la categoría Acceso a la Tecnología, y este año por los Premios Latinoamérica Verde, el festival de sostenibilidad más importante del planeta.
Fuentes:
AGROS (https://www.agros.tech/)
